La vena cava ya es un hecho. La editorial Celesta ha confiado en este amasijo de palabras, le ha dado forma y ya es un libro feliz (pese a que su vientre esté colmado de dolor).
Los relatos que componen La vena cava transitan la entraña y la memoria, la emoción y el tiempo, el tuétano de la existencia. Mai y Cruz aún recuerdan su adolescencia en Gavina. La muerte de su madre ha terminado de quebrar a Begoña. Elena y Adrián se reencuentran en Butrinto. Ángel siente que es una piedra pómez flotando a la deriva en el océano. Y el Padre Illán constata que no supo amar. La vena cava, antes del colapso.
Javier Carpe ha prestado su arte para ilustrar la portada. Gracias, de antemano, a todos los que decidáis pasar de esa primera página.