Carlos Escolano suele decir que es el público el que hace que el cine exista, porque justamente el público es el que expande la película más allá de la pantalla. Carlos Escolano coordina el cine de verano del Ateneo de Orihuela, un espacio cultural que apuesta por un cine definitivamente comprometido y transgresor.
De las fauces del dragón no transgrede nada; No será en vano, tampoco. Pero el lunes tuvieron un hueco -junto a Marasmo, de Sebas Paladines- en la pantalla del cine de verano del Ateneo.
Tras la proyección y el coloquio, recibí de la mano del infatigable e irreductible Carlos el Premio “Viento del Pueblo” 2021. Guau. La sorpresa y la emoción fueron inmensas y la gratitud sigue sin caberme en el pecho, pues la nómina de cineastas que pasan cada verano por el Ateneo es admirable.
Mientras tanto, No será en vano siguen su camino festivalero: Fescilmar (Venezuela), Ponme un corto (España) y Fecorno (Colombia), donde hacemos doblete con Hacia el fuego. No será en vano, además, ha sido finalista de Cartagena Negra 2021.