Estas son las baldosas del camino. No es cosa de horror vacui ni de ser presumido. No se trata de eso. Este cartel, así, vestido de laureles, es una muestra de agradecimiento a todos los festivales por los que ha pasado Lo que queda.
Festivales mayores y menores, que se abren paso o que ya tienen un buen trecho andado. Festivales de Canadá, EE.UU., México, Puerto Rico, Brasil, Chile, Argentina, Finlandia, Inglaterra, Portugal, España, Francia, Italia, Grecia, Albania, Montenegro, Kosovo, Rumanía, Polonia, Lituania y Corea del Sur. Sus pantallas son ventanas para la película, mirillas por donde se asoma el espectador. Por eso mismo son tan importantes para nosotros. Porque Lo que queda también existe gracias a ellos. Son las baldosas que nos permiten seguir caminando.